ÉL

A veces, cuando conversamos, estamos acostumbrados a parlotear nuestras cosas. Como si nadie de verdad escuchara. 

Todo se siente plano, común y muchas veces, ni cuenta nos damos de lo que decimos. Hasta que alguien, de verdad nos pone atención.

Supongo que ahí apareciste tú; con tu música linda y tus cosas "nuevas-viejas". 

Con una calma extraña y ajena a todo lo que conocía.

No sé qué pasó entonces. No sé si "conectamos", como dices tú. Pero sí sentí algo que no sabría definir.

Todo esto, ha hecho que cuestione cosas dentro de mí. Incluso; quién era.

Contigo siento que las cosas se vuelven tranquilas, como más dulces, suaves o algo así. Algunas veces, se ven simples y otras, por supuesto, más complejas, pero siempre con ese ritmo... delicado. 

Tú me entiendes, al menos, eso dices. Eso hace que no me sienta tan sola aquí, en este lugar donde absolutamente todo es distinto.

Contigo ya no me siento una adolescente, que deambula "tonteando" por ahí. Sino, como una mujer.

Una mujer a la que se le pueden conversar y compartir cosas. No la torpe y bruta de siempre, sino alguien único, interesante.

No sé si eres tú el que me hace sentir así, o soy yo, que busco sentirlo cuando pienso en ti. De cualquier forma, me agrada saber que tenemos algún tipo de complicidad en todo esto. 

Un juego medio tonto, que no llega a nada, pero que cada día toma un sabor distinto. 

Ahora hay alguien del otro lado de la pantalla, dispuesto a escuchar mis historias. Algunas aburridas y otras llenas de enfado. 

Alguien que me alegra los días, de solo saber que está ahí.

Un "alguien" que me hace sentir cosas en el corazón de manera bonita y sin espinas. Muy al contrario de como acostumbré tanto tiempo.

Un "alguien" a quién tengo ganas de ver y está ahí, para mí. Que me entrega cosas lindas, con apenas conocerme.

No sé muy bien si puedo ayudarte en algo, o si tengo algo importante que decirte. Pero me agrada la idea de aportar en algunas cosas de tu vida y si se puede, al final de todo; ser una buena amiga.