martes, 3 de noviembre de 2020

JUST A THOUGHT


Tanta afirmación, tanto nivel de consciencia. Tanto trabajar, planificar, meditar, visualizar, revaluar, desaprender, construir.
¿Qué más queda por hacer? ¿Qué más queda por dejar de hacer?

Un despertar prometedor, que solo lleva a un punto profundo de vacío existencial, sin atisbos de retorno o de salida.

La relativa calma, antes valorada a través de vicios y excesos, se vuelve traicionera. Ahora solo adormece fugazmente, para cobrar su cuenta al día siguiente, exacerbando el abismo interior.

¿Ruido? ¿Silencio? Nada ayuda. 

¿Calma? Solo cínica calma. Silenciosa, torturante.

¿Qué más queda?

Inhalar, exhalar... Y continuar el bucle.


     
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario