Era
viernes y ahí estaba yo, en un bar cualquiera con un vaso medio vacío.
Ellos
estaban en la mesa de al lado. Hacía un rato los había observado sentarse
tímidamente; daba la impresión de que era la primera vez que se veían. Él mecía
su pierna por debajo de la mesa con energía, ella no paraba de tamborilear sus
dedos.
Él
se levantó y regresó con 2 cervezas, mientras ella hacía dobleces al papel que
estaba sobre la mesa.
Conversaban
de distintos temas y reían; llevaban un ritmo un tanto acelerado. Luego notaron
las luces del lugar y comenzaron a jugar: mientras las luces cambiaban de color
también lo hacia su conversación: