Amiguitos, les vengo a contar una
fábula sobre una gallina y un gallo que aprendieron lecciones muy importantes.
Érase una gallina muy contenta que
cacareaba a diario de alegría.
Era feliz junto a su pollito, que
en realidad era un gallo bien pintoso, pero a ella le gustaba decirle pollito y
algunas veces polloto.
Todo era amor, alegría, picoteos y
cacareos mutuos, hasta que un día el Gallo/Pollo se fue de viaje y conoció
a una gallina vividora. Una Cogote Pelao; juntos se divirtieron por varias
noches y se removían las plumas de entusiasmo. El Gallo/Pollo sin saber el
pasado de la gallina Cogote Pelao se confió y se dejó llevar por la lujuria en
aquel gallinero de paredes rojas.
A los días después, regresó donde
su Gallina Ponedora sin decir nada de lo que había ocurrido aquellas noches.
Pensó: "Claro que puedo ocultar esto
para siempre y seguir con mi vida como estaba...y quizás repetirlo de repente.
Solo debo ser cauteloso".
Y claro, iba todo como de costumbre,
hasta que sin más, el pobre Gallo/Pollo se empezó a sentir mal. No sabía muy
bien qué pasaba, pero unos días después se dio cuenta: La Gallina Cogote Pelao
le había infectado un espolón, el pico y el alma.
Pasaron semanas y el gallo estaba cada vez más turuleco, medio trintre también.
Se le puso el cogote pelao igual que a la gallina vividora. Después no era sólo
el cogote, fueron las alas, la cabeza y así se le empezaron a caer todas las
plumas rápidamente.
En esta situación y con el remordimiento de haberse metido con otra que no era
su gallina, se deprimió y empezó a comer cada vez más trigo, tanto, que ya no
le bastaba con trigo y empezó a comer afrechillo, cáscaras de papa, cáscaras de
zapallo y engordó y engordó, hasta que un día sin darse cuenta se había
transformado en un cerdo.
Ya convertido en este gran animal, la Ponedora
no lo reconocía y finalmente el Gallo/Pollo/Cerdo decidió hablar. Le confesó lo
que había hecho hace tanto tiempo atrás y cómo se había enfermado con esta
Cogote Pelao.
Ella muy dolida, pero tratando de ver
las cosas con perspectiva (porque además de ponedora era inteligente) le dijo: "Mi pollito - polloto: podría querer
mucho estar contigo, pero ya casi ni te reconozco y así como estás no pareces
mi compañero. Lo siento, pero yo no puedo estar con un cerdo como tú".
Y se fué la gallinita muy triste, alejándose de su Gallo/Pollo que tanto había amado, pero que ya convertido en cerdo, no podría volver a amar jamás.
¿Cuál es la moraleja de esta historia amigos? ¿Qué podemos aprender de todo esto?
Y se fué la gallinita muy triste, alejándose de su Gallo/Pollo que tanto había amado, pero que ya convertido en cerdo, no podría volver a amar jamás.
¿Cuál es la moraleja de esta historia amigos? ¿Qué podemos aprender de todo esto?
¡Exacto! El afrechillo es un derivado
del trigo.
Y se lo comen los chanchos culiaos como
voh.
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